La piel sufre aún después de dejar de exponerse al sol. Un estudio de Yale revela que la radiación solar sigue dañando la piel y aumenta el riesgo de cáncer incluso horas después de que las personas se resguardan bajo techo.

La piel sufre aún después de dejar de exponerse al sol. Un estudio de Yale revela que la radiación solar sigue dañando la piel y aumenta el riesgo de cáncer incluso horas después de que las personas se resguardan bajo techo.