Ni un grupo de ratones, ni el resultado del dióxido de carbono producido por bacterias como afirmaba la ciencia popular. Pequeños trozos de heno presentes en la leche utilizada para elaborarlos son los culpables de este tipo de queso «con ojos».
Ni un grupo de ratones, ni el resultado del dióxido de carbono producido por bacterias como afirmaba la ciencia popular. Pequeños trozos de heno presentes en la leche utilizada para elaborarlos son los culpables de este tipo de queso «con ojos».
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