Recientemente, investigadores australianos han descubierto que las plantas pueden hablar entre ellas, emitir sus propios sonidos y responder a frecuencias concretas. Además, su crecimiento mejoraría o empeoraría según la planta que tengan al lado.

Recientemente, investigadores australianos han descubierto que las plantas pueden hablar entre ellas, emitir sus propios sonidos y responder a frecuencias concretas. Además, su crecimiento mejoraría o empeoraría según la planta que tengan al lado.