Gracias a contactos salafistas, Yassin Salhi se radicalizó desde inicios de la década pasada
Yassin Salhi era una bomba de tiempo. Su entrenador de deportes de combate describe así a quien intentó volar un centro de gas en Isére. Salhi no admite vínculos terroristas, pero tras decapitar a su jefe envío una selfie a un yihadista en Siria.