La misión de estos enormes sumos es hacer llorar a los bebés. Se trata de un ritual de más de 400 años que se celebra en santuarios de todo Japón. Se cree que el niño vencedor crece más rápido, con mejor salud y con una buena fortuna.
La misión de estos enormes sumos es hacer llorar a los bebés. Se trata de un ritual de más de 400 años que se celebra en santuarios de todo Japón. Se cree que el niño vencedor crece más rápido, con mejor salud y con una buena fortuna.
Inicia sesión en The Objective
Crea tu cuenta en The Objective
Recupera tu contraseña
Ingresa el correo electrónico con el que te registraste en The Objective