El profesor de un colegio encerraba en una jaula de metal a un niño autista de diez años para que “se calmase”. El director destinó 2.400 dólares del fondo del colegio para la construcción de esta ‘celda’ que ellos denominaban “espacio tranquilo”.

El profesor de un colegio encerraba en una jaula de metal a un niño autista de diez años para que “se calmase”. El director destinó 2.400 dólares del fondo del colegio para la construcción de esta ‘celda’ que ellos denominaban “espacio tranquilo”.