La enfermera Pauline Cafferkey, dada de alta el pasado diciembre, es aislada en un hospital de Londres por un rebrote del ébola. Los médicos afirman que su ingreso es «una medida de precaución» y que no existe un riesgo significativo de contagio.
La enfermera Pauline Cafferkey, dada de alta el pasado diciembre, es aislada en un hospital de Londres por un rebrote del ébola. Los médicos afirman que su ingreso es «una medida de precaución» y que no existe un riesgo significativo de contagio.
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