Ojos grandes, nariz pequeña y piel de porcelana. Esta joven australiana de 18 años invierte varias horas al día para convertirse en muñeca. Con algunas técnicas de maquillaje, Ámbar Harding, se convierte cada día en un dibujo manga.

Ojos grandes, nariz pequeña y piel de porcelana. Esta joven australiana de 18 años invierte varias horas al día para convertirse en muñeca. Con algunas técnicas de maquillaje, Ámbar Harding, se convierte cada día en un dibujo manga.