Italia cierra cientos de centros de oración musulmanes no oficiales
«Vamos a cerrar los lugares clandestinos y no regulados, de una forma que no obstaculice la religión, pero de modo que pueda ser practicada de una manera más ordenada», señalaba el ministro del Interior italiano, Angelino Alfano, en una lucha por acabar con el islamismo radical. Las llamadas «mezquitas de garaje» representan «un mundo opaco» y «un riesgo de seguridad», afirmaba. Sin embargo, para Izzedin Elzir, presidente de la Unión de Comunidades Islámicas en Italia, «cerrar estos lugares empujará a algunos musulmanes al borde del extremismo aún más radical».
Italia cuenta con cuatro mezquitas y 800 centros culturales. Insuficientes para los más de 1,6 millones de musulmanes que viven en el país. Muchos de ellos se reúnen en callejones y garajes. El Gobierno quiere acabar con ello.
«Vamos a cerrar los lugares clandestinos y no regulados, de una forma que no obstaculice la religión, pero de modo que pueda ser practicada de una manera más ordenada», señalaba el ministro del Interior italiano, Angelino Alfano, en una lucha por acabar con el islamismo radical. Las llamadas «mezquitas de garaje» representan «un mundo opaco» y «un riesgo de seguridad», afirmaba. Sin embargo, para Izzedin Elzir, presidente de la Unión de Comunidades Islámicas en Italia, «cerrar estos lugares empujará a algunos musulmanes al borde del extremismo aún más radical».