Nueve muertos en un tiroteo en una iglesia de Charleston
Después de varias horas desaparecido, el autor de la masacre, Dylann Roof, confesó a la policía haber cometido la matanza alegando que quería impulsar una «guerra racial». La policía calificó el atentado de «crimen de odio». El tiroteo revivió el fantasma del racismo y, de la mano del presidente Barack Obama, se abría el debate sobre el control de las armas. «Está en nuestro poder hacer algo al respecto», señalaba Obama.
El 18 de junio, una matanza racista agitaba los peores fantasmas de EEUU. Nueve personas perdieron la vida en la iglesia afroamericana Emmanuel AME en la ciudad de Charleston cuando fueron tiroteadas por un joven blanco de 21 años.
Después de varias horas desaparecido, el autor de la masacre, Dylann Roof, confesó a la policía haber cometido la matanza alegando que quería impulsar una «guerra racial». La policía calificó el atentado de «crimen de odio». El tiroteo revivió el fantasma del racismo y, de la mano del presidente Barack Obama, se abría el debate sobre el control de las armas. «Está en nuestro poder hacer algo al respecto», señalaba Obama.