La competitividad digital es una de las asignaturas pendientes de las pequeñas y medianas empresas españolas. De las más de 10.000 empresas evaluadas por la herramienta Bankia Índicex el 58% obtienen un aprobado, con un nivel igual o superior a cinco, en un rango que va de cero a diez. El 42% restante suspende, al quedarse por debajo de esta cota. Las grandes debilidades de las pymes españolas las encontramos en las áreas de comercio electrónico, marketing digital y redes sociales.