Asiste sentado, fumando, y con los ojos abiertos a su propio funeral
La familia no quería ver a un joven “tan activo” en un ataúd. Así que pidieron a la funeraria que lo presentara sentado en su pose habitual. Como “sorpresa”, la funeraria especializada en entierros innovadores decidió además mantenerle los ojos abiertos. Jesús Díaz Beato asistió al funeral sentado y mirando fijamente a su familia. “Es el primer muerto embalsamado con los ojos abiertos”, dice Marin Funeral, que también embalsamó en 2010 a un fallecido en carretera, sentado sobre una moto.
Jesús Díaz Beato, un joven de 26 años, fue asesinado en San Juan el 3 de marzo. Pero su familia decidió que quería despedirse de él con la misma imagen que cuando estaba vivo. Una extraña funeraria obró el “milagro”.
La familia no quería ver a un joven “tan activo” en un ataúd. Así que pidieron a la funeraria que lo presentara sentado en su pose habitual. Como “sorpresa”, la funeraria especializada en entierros innovadores decidió además mantenerle los ojos abiertos. Jesús Díaz Beato asistió al funeral sentado y mirando fijamente a su familia. “Es el primer muerto embalsamado con los ojos abiertos”, dice Marin Funeral, que también embalsamó en 2010 a un fallecido en carretera, sentado sobre una moto.