Miles de muertes podrían evitarse si se mejoraran los tratamientos cardíacos
Los resultados del estudio, publicados en la revista European Heart Journal, concluyen que el 87% de los pacientes ingresados en hospitales de Inglaterra y Gales no recibieron al menos uno de los 13 tratamientos aplicados tras sufrir un ataque al corazón. Los investigadores agregan que si todos los pacientes analizados se hubiesen sometido a alguno de los tratamientos se podrían haber evitado casi el 30% de las muertes. «Las tasas de supervivencia tanto inmediata como a largo plazo después de un ataque al corazón están mejorando gracias a los avances en el tratamiento y la atención posterior, pero este estudio demuestra que aún hay cosas que mejorar», señala el profesor Huon Gray, director de la clínica nacional para enfermedades del corazón. Una persona sufre un ataque al corazón cada tres minutos en el Reino Unido, es decir, casi 200 personas en edad de trabajar mueren cada semana.
Reuters
Más de 33.000 muertes pudieron evitarse en los últimos 10 años en Reino Unido si se hubiesen practicado mejor los tratamientos posteriores a un ataque al corazón. Investigadores advierten que nueve de cada diez pacientes no reciben tratamientos adecuados.
Los resultados del estudio, publicados en la revista European Heart Journal, concluyen que el 87% de los pacientes ingresados en hospitales de Inglaterra y Gales no recibieron al menos uno de los 13 tratamientos aplicados tras sufrir un ataque al corazón. Los investigadores agregan que si todos los pacientes analizados se hubiesen sometido a alguno de los tratamientos se podrían haber evitado casi el 30% de las muertes. «Las tasas de supervivencia tanto inmediata como a largo plazo después de un ataque al corazón están mejorando gracias a los avances en el tratamiento y la atención posterior, pero este estudio demuestra que aún hay cosas que mejorar», señala el profesor Huon Gray, director de la clínica nacional para enfermedades del corazón. Una persona sufre un ataque al corazón cada tres minutos en el Reino Unido, es decir, casi 200 personas en edad de trabajar mueren cada semana.
