La bebé india que pasa los días atada a una piedra mientras sus padres trabajan
«La ato así para que no salga a la carretera. Mi hijo pequeño tiene tres años y medio y no puede controlarla», revela la madre, Sarta Kalara, una joven de 23 años, que trabaja junto a su marido cavando agujeros para cables de electricidad en la ciudad de Ahmedabad y cobran 250 rupias –3,31 euros–. La pequeña puede llegar a soportar temperaturas de hasta 40ºC. «Aquí hay mucho tráfico, no tengo otra opción. Lo hago por su seguridad», se defiende la madre. Sus hermanos solían quedarse con los padres hasta los siete u ocho años, momento en que eran enviados a vivir con sus abuelos en una aldea tribal sumida en la pobreza de un estado cercano. Kalara asegura que los jefes de la obra se han desentendido de su difícil situación. «No les importamos ni nosotros ni nuestros hijos, solo les importa su trabajo», lamenta.
Ni sus llantos, ni las altas temperaturas, ni su corta edad, tan sólo tiene 15 meses, salvan a Shivani de pasar cada día nueve horas atada a una piedra, sola, mientras sus padres trabajan. Sus padres aseguran que no tienen otra opción.
«La ato así para que no salga a la carretera. Mi hijo pequeño tiene tres años y medio y no puede controlarla», revela la madre, Sarta Kalara, una joven de 23 años, que trabaja junto a su marido cavando agujeros para cables de electricidad en la ciudad de Ahmedabad y cobran 250 rupias –3,31 euros–. La pequeña puede llegar a soportar temperaturas de hasta 40ºC. «Aquí hay mucho tráfico, no tengo otra opción. Lo hago por su seguridad», se defiende la madre. Sus hermanos solían quedarse con los padres hasta los siete u ocho años, momento en que eran enviados a vivir con sus abuelos en una aldea tribal sumida en la pobreza de un estado cercano. Kalara asegura que los jefes de la obra se han desentendido de su difícil situación. «No les importamos ni nosotros ni nuestros hijos, solo les importa su trabajo», lamenta.