El niño japonés que fue abandonado como castigo perdona a su padre
Según sus palabras tras estar recuperado, perdió el sentido de la orientación mientras lloraba después de que su padre le obligara a bajar del vehículo en el que viajaban por su mal comportamiento y le dejase solo en el bosque. El progenitor ha tenido que enfrentarse a durísimas críticas en Japón por la dureza de este castigo, e incluso se llegó a decir que iba a ser investigado por posibles malos tratos psicológicos hacia el menor. Ahora han anunciado que el padre no se enfrentará a ningún cargo por lo sucedido. En medio de este aluvión de críticas, el padre de Yamato se ha disculpado con su hijo, a lo que el niño ha contestado perdonándole. “Eres un buen papá. Te perdono”, fue lo que Yamato le dijo a su padre, según ha declarado este. El niño también ha hecho un ejercicio de autocrítica declarando: «Me equivoqué porque no escuché lo que me dijo mi padre”.
El pequeño de 7 años que fue abandonado por sus padres en un bosque como castigo por portarse mal, Yamato Tanooka, perdió más de dos kilos de peso durante los seis días que permaneció solo y recorrió casi diez kilómetros hasta encontrar el hangar militar en el que se refugió durante su desaparición. Este periplo, que ha terminado con un final feliz, ha sido realmente traumático, y su relato es estremecedor.
Según sus palabras tras estar recuperado, perdió el sentido de la orientación mientras lloraba después de que su padre le obligara a bajar del vehículo en el que viajaban por su mal comportamiento y le dejase solo en el bosque. El progenitor ha tenido que enfrentarse a durísimas críticas en Japón por la dureza de este castigo, e incluso se llegó a decir que iba a ser investigado por posibles malos tratos psicológicos hacia el menor. Ahora han anunciado que el padre no se enfrentará a ningún cargo por lo sucedido.
En medio de este aluvión de críticas, el padre de Yamato se ha disculpado con su hijo, a lo que el niño ha contestado perdonándole. “Eres un buen papá. Te perdono”, fue lo que Yamato le dijo a su padre, según ha declarado este. El niño también ha hecho un ejercicio de autocrítica declarando: «Me equivoqué porque no escuché lo que me dijo mi padre”.