Suiza no quiere una renta básica universal de 2.300 euros al mes
Según los resultados de la consulta divulgados por el Instituto GFS suizo, la idea fue rechazada por el 78% de los ciudadanos que participaron en el referéndum. Los promotores de la propuesta argumentan que su objetivo era reducir las diferencias salariales y los efectos de la automatización, que está provocando la desaparición de empleos. También defienden que su implantación supondría un medio para reconocer el trabajo no remunerado de personas que trabajan en el cuidado de niños, enfermos o ancianos. Los detractores de la medida, entre ellos el Gobierno, argumentaban que la implantación de esta renta básica costaría mucho dinero -calculan que se requerirían ingresos adicionales para las arcas públicas de más de 22.000 millones de euros al año- y debilitaría la economía.
Los suizos han dicho un rotundo ‘no’ a la iniciativa popular de instaurar una renta mínima mensual de 2.300 euros, que pretendía, según los promotores, «garantizar una vida digna para todos los ciudadanos». La iniciativa ha partido del propietario de un café en Basilea.
Según los resultados de la consulta divulgados por el Instituto GFS suizo, la idea fue rechazada por el 78% de los ciudadanos que participaron en el referéndum. Los promotores de la propuesta argumentan que su objetivo era reducir las diferencias salariales y los efectos de la automatización, que está provocando la desaparición de empleos. También defienden que su implantación supondría un medio para reconocer el trabajo no remunerado de personas que trabajan en el cuidado de niños, enfermos o ancianos. Los detractores de la medida, entre ellos el Gobierno, argumentaban que la implantación de esta renta básica costaría mucho dinero -calculan que se requerirían ingresos adicionales para las arcas públicas de más de 22.000 millones de euros al año- y debilitaría la economía.