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Día Internacional del Albinismo: ser albino en África, una condena de muerte

En África, el lugar donde más casos de albinismo se detectan en el mundo, los que padecen esta enfermedad son sometidos a una persecución execrable en base a falsas creencias y supersticiones. Debido a creencias arcaicas, se les llega a considerar demonios, se les descuartiza para vender sus trozos a chamanes y suspersticiosos que los utilizan para rituales santeros. Además, las mujeres albinas en África sufren violaciones debido a la creencia de que tener relaciones con personas albinas cura el VIH y el SIDA. A todo este tipo de vejaciones y torturas se añade el atraso económico que les impide acceder a un adecuado tratamiento para sus problemas de vista y de piel, un problema agravado en un continente con uno de los mayores niveles de radiación solar del mundo. Según estimaciones de Amnistía Internacional, entre 7.000 y 10.000 personas albinas viven en Malaui actualmente en un estado continuo de tensión y bajo amenazas constantes de ataques. Pero no es el único país de África. Un informe publicado por la ONU en marzo de 2016, consideró también los países de Burundi, Mozambique y Tanzania como peligrosos para los albinos, ya que son el blanco de supersticiones semejantes.

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Su rareza les puede provocar la muerte. Un albino en África está condenado a sufrir torturas, violaciones, rechazo social y ser usados en ritos ‘mágicos’. En el Día Internacional de Sensibilización sobre el Albinismo ponemos el foco sobre las víctimas que sufren esta alteración genética que afecta a 1 de cada 7.000 personas.

En África, el lugar donde más casos de albinismo se detectan en el mundo, los que padecen esta enfermedad son sometidos a una persecución execrable en base a falsas creencias y supersticiones. Debido a creencias arcaicas, se les llega a considerar demonios, se les descuartiza para vender sus trozos a chamanes y suspersticiosos que los utilizan para rituales santeros. Además, las mujeres albinas en África sufren violaciones debido a la creencia de que tener relaciones con personas albinas cura el VIH y el SIDA. A todo este tipo de vejaciones y torturas se añade el atraso económico que les impide acceder a un adecuado tratamiento para sus problemas de vista y de piel, un problema agravado en un continente con uno de los mayores niveles de radiación solar del mundo. Según estimaciones de Amnistía Internacional, entre 7.000 y 10.000 personas albinas viven en Malaui actualmente en un estado continuo de tensión y bajo amenazas constantes de ataques. Pero no es el único país de África. Un informe publicado por la ONU en marzo de 2016, consideró también los países de Burundi, Mozambique y Tanzania como peligrosos para los albinos, ya que son el blanco de supersticiones semejantes.