Las páginas secretas del informe del 11S salen a la luz
El documento no pone en entredicho los hechos que rodearon los atentados, pero sí ha servido para poner de manifiesto la permanente controversia acerca del papel que las autoridades saudíes desempeñaron en el ataque. En palabras de Josh Earnest, secretario de prensa de la Casa Blanca, la publicación «no cambia la evaluación del gobierno de Estados Unidos sobre la falta de evidencias para afirmar que el gobierno de Arabia Saudí como institución o altos funcionarios saudíes de forma individual financiaran a las células de Al Qaeda». Sin embargo, algunos miembros de la Comisión de Investigación del 11S señalan que tal declaración no descarta la posibilidad de que funcionarios saudíes de menor rango hubieran ayudado a los secuestradores. En concreto, la mayoría de los expertos siguen preguntándose acerca del papel desempeñado por Fahad Al-Thumairy, un funcionario consular de Arabia Saudí que residía en Los Ángeles en el momento de los ataques y que continua levantando sospechas. Las páginas se habían mantenido hasta ahora en secreto para impedir posibles daños en las relaciones diplomáticas entre Estados Unidos y Arabia Saudí. Su publicación marca el final de una prolongada petición por parte de legisladores y las familias de las víctimas que luchaban por su completa difusión.
El Congreso de Estados Unidos ha hecho públicas las 28 páginas del informe sobre los atentados del 11 de Septiembre que permanecían en secreto desde el 2004. Con la publicación del documento, se esperaba revelar posibles conexiones de mandatarios de Arabia Saudí con Al Qaeda, así como su presunta colaboración en los planes para el ataque terrorista a las Torres Gemelas en 2001.
El documento no pone en entredicho los hechos que rodearon los atentados, pero sí ha servido para poner de manifiesto la permanente controversia acerca del papel que las autoridades saudíes desempeñaron en el ataque. En palabras de Josh Earnest, secretario de prensa de la Casa Blanca, la publicación «no cambia la evaluación del gobierno de Estados Unidos sobre la falta de evidencias para afirmar que el gobierno de Arabia Saudí como institución o altos funcionarios saudíes de forma individual financiaran a las células de Al Qaeda». Sin embargo, algunos miembros de la Comisión de Investigación del 11S señalan que tal declaración no descarta la posibilidad de que funcionarios saudíes de menor rango hubieran ayudado a los secuestradores. En concreto, la mayoría de los expertos siguen preguntándose acerca del papel desempeñado por Fahad Al-Thumairy, un funcionario consular de Arabia Saudí que residía en Los Ángeles en el momento de los ataques y que continua levantando sospechas. Las páginas se habían mantenido hasta ahora en secreto para impedir posibles daños en las relaciones diplomáticas entre Estados Unidos y Arabia Saudí. Su publicación marca el final de una prolongada petición por parte de legisladores y las familias de las víctimas que luchaban por su completa difusión.