Acapulco, de paraíso turístico a capital de la violencia
Pedro Ramírez, empresario local que vivió más de tres décadas en uno de los barrios más pobres de la ciudad, asegura que vivir en Acapulco es como vivir en una ciudad en toque de queda. «Nadie sale de noche, cuando amanece y salimos a la calle siempre encontramos a alguna persona muerta». Impactantes fotografías han salido a la luz y reflejan la realidad de un lugar que en solo dos meses se ha convertido en una ciudad inhabitable donde la muerte te puede estar esperando en cualquier rincón. En esas imágenes, se puede ver el cuerpo de una mujer tiroteada en el interior de un coche, un hombre baleado mientras bebía una cerveza en un restaurante junto al mar, o el cuerpo de una niña de 15 años, descuartizado y envuelto en una manta. Al lado, en un cubo, la cabeza de la chica junto a un letrero.
HANDOUT
La violencia sigue imparable en Acapulco, haciendo de esta ciudad paradisíaca del Pacífico mexicano un lugar hostil. En tan solo dos años el número de muertes se han disparado a cifras escandalosas. En 2015, 1.170 personas fueron asesinadas.
Pedro Ramírez, empresario local que vivió más de tres décadas en uno de los barrios más pobres de la ciudad, asegura que vivir en Acapulco es como vivir en una ciudad en toque de queda. «Nadie sale de noche, cuando amanece y salimos a la calle siempre encontramos a alguna persona muerta». Impactantes fotografías han salido a la luz y reflejan la realidad de un lugar que en solo dos meses se ha convertido en una ciudad inhabitable donde la muerte te puede estar esperando en cualquier rincón. En esas imágenes, se puede ver el cuerpo de una mujer tiroteada en el interior de un coche, un hombre baleado mientras bebía una cerveza en un restaurante junto al mar, o el cuerpo de una niña de 15 años, descuartizado y envuelto en una manta. Al lado, en un cubo, la cabeza de la chica junto a un letrero.
