Un científico crea orejas humanas a partir de manzanas
A la hora de estudiar nuevas posibilidades para la regeneración de tejidos, la aproximación más común en el campo de la ciencia y la medicina ha estado siempre centrada en estudiar animales con órganos similares a los nuestros. Sin embargo, el reino vegetal también ofrece infinitas posibilidades que podrían suponer un gran avance para todos los pacientes a la espera de donantes, ya que la gran variedad de arquitecturas de los vegetales hace posible que estos lleguen a cubrir las necesidades de la fisiología humana. Reemplazar un cartílago, un hueso, un trozo de piel o un órgano resulta difícil y costoso, mientras que una manzana puede utilizarse como base para crear tejidos a precio de saldo. Como recoge el diario The Atlantic, el proceso parece sencillo: comprar una manzana, lavarla, esterilizarla con agua hirviendo y, desde ahí, aprovechar la malla de celulosa. Implantada bajo la piel de una persona, la celulosa que sirve de andamiaje se llena rápidamente con células del tejido circundante, y los vasos sanguíneos siguen los mismos pasos. Después de ocho semanas el tejido sigue siendo compatible con el cuerpo, y el sistema inmune no lo rechaza.
Andrew Pelling, director del laboratorio de manipulación de Biofísica de la Universidad de Ottawa, está utilizando manzanas para hacer orejas humanas. Con el objetivo de reducir el coste de implantes y cirugías, Pelling aspira a regenerar órganos humanos con vegetales, y los resultados son mucho mejores de lo que cabría esperar. El científico asegura que el «biohacking es la nueva jardinería».
A la hora de estudiar nuevas posibilidades para la regeneración de tejidos, la aproximación más común en el campo de la ciencia y la medicina ha estado siempre centrada en estudiar animales con órganos similares a los nuestros. Sin embargo, el reino vegetal también ofrece infinitas posibilidades que podrían suponer un gran avance para todos los pacientes a la espera de donantes, ya que la gran variedad de arquitecturas de los vegetales hace posible que estos lleguen a cubrir las necesidades de la fisiología humana.
Reemplazar un cartílago, un hueso, un trozo de piel o un órgano resulta difícil y costoso, mientras que una manzana puede utilizarse como base para crear tejidos a precio de saldo. Como recoge el diario The Atlantic, el proceso parece sencillo: comprar una manzana, lavarla, esterilizarla con agua hirviendo y, desde ahí, aprovechar la malla de celulosa. Implantada bajo la piel de una persona, la celulosa que sirve de andamiaje se llena rápidamente con células del tejido circundante, y los vasos sanguíneos siguen los mismos pasos. Después de ocho semanas el tejido sigue siendo compatible con el cuerpo, y el sistema inmune no lo rechaza.