Una ballena encalla en la costa de Montevideo
«El animal respira y se mueve, pero no manifiesta ninguna voluntad de nadar, ni de salir de donde está. Cuando eso ocurre es porque llegó a la costa para morir. Vamos a sacar un comunicado pidiendo a la gente que no lo toque, que no lo molesten, que le permitan tener una agonía en paz», ha explicado Alberto Ponce de León, máxima autoridad sobre mamíferos marinos de la Dirección Nacional de Recursos Acuáticos de Uruguay, a la agencia de noticias AP. «La ballena está apoyada sobre rocas, lo que hace muy riesgoso intentar pasarle una red por debajo para sacarla de allí», agregó. Cuando finalmente muera, evaluarán el mejor modo de retirarla de la costa. Entretanto, una guardia de la Prefectura Civil de Montevideo evita que los vecinos de la zona y los curiosos se acerquen al cetáceo.
Si quisiera nadar, habría suficiente agua para que pudiera hacerlo. Eso creen los expertos, aunque decenas de personas se zambulleron en el mar para intentar ayudar a una ballena de 7 metros de largo varada en las aguas del puerto del Buceo, en la costa de Montevideo. Las autoridades han solicitado a las personas que no se acerquen al cetáceo debido al peligro que entraña y que lo dejen tranquilo pues “puede moverse pero no quiere hacerlo”. Las ballenas también pueden querer morir en paz.
«El animal respira y se mueve, pero no manifiesta ninguna voluntad de nadar, ni de salir de donde está. Cuando eso ocurre es porque llegó a la costa para morir. Vamos a sacar un comunicado pidiendo a la gente que no lo toque, que no lo molesten, que le permitan tener una agonía en paz», ha explicado Alberto Ponce de León, máxima autoridad sobre mamíferos marinos de la Dirección Nacional de Recursos Acuáticos de Uruguay, a la agencia de noticias AP. «La ballena está apoyada sobre rocas, lo que hace muy riesgoso intentar pasarle una red por debajo para sacarla de allí», agregó. Cuando finalmente muera, evaluarán el mejor modo de retirarla de la costa. Entretanto, una guardia de la Prefectura Civil de Montevideo evita que los vecinos de la zona y los curiosos se acerquen al cetáceo.