Renzi declara el estado de emergencia y aprueba ayudas oficiales
«Tenemos que pensar en la reconstrucción, tenemos una obligación moral con las mujeres y hombres de esa comunidad», ha dicho Renzi a propósito del siniestro y ha agregado que esta tarea de devolver la normalidad a las localidades afectadas por el seísmo será una «prioridad del Gobierno y del país». Renzi también ha destacado que aunque el resultado de muerte como consecuencia del seísmo es «enorme», en alusión a los 250 fallecidos hasta el momento, la cifra de personas rescatadas vivas es «la más alta de la historia de los últimos terremotos, con 215 personas». El primer ministro ha presumido de que desde su llegada al poder, en 2014, los trabajos de reconstrucción de L’Aquila -destruida bajo el Gobierno del ex primer ministro conservador Silvio Berlusconi- ha recibido un impulso decisivo.
El Gobierno italiano ha decretado el estado de emergencia por el terremoto que sacudió el miércoles al centro del país y además ha aprobado un primer paquete de ayudas por valor de 50 millones de euros, ha anunciado el primer ministro, Matteo Renzi. El jefe del Ejecutivo ha declarado frente a la prensa tras la reunión del Consejo de Ministros su «profunda emoción» por el impacto del seísmo en varias localidades y que ha causado la muerte al menos a 250 personas, según los últimos datos oficiales.
«Tenemos que pensar en la reconstrucción, tenemos una obligación moral con las mujeres y hombres de esa comunidad», ha dicho Renzi a propósito del siniestro y ha agregado que esta tarea de devolver la normalidad a las localidades afectadas por el seísmo será una «prioridad del Gobierno y del país». Renzi también ha destacado que aunque el resultado de muerte como consecuencia del seísmo es «enorme», en alusión a los 250 fallecidos hasta el momento, la cifra de personas rescatadas vivas es «la más alta de la historia de los últimos terremotos, con 215 personas». El primer ministro ha presumido de que desde su llegada al poder, en 2014, los trabajos de reconstrucción de L’Aquila -destruida bajo el Gobierno del ex primer ministro conservador Silvio Berlusconi- ha recibido un impulso decisivo.