Niños sirios nadan en el cráter dejado por una bomba en Alepo
«Pese a lo que al-Assad ha hecho en Alepo, la vida no ha acabado y sus niños construyen una nueva vida en cada sitio destruido por sus misiles», se lee junto a las fotografías distribuidas por el Centro de Prensa de Alepo. La ciudad se encuentra asediada por los combates entre fuerzas rebeldes, islamistas y el ejército de Damasco. Los alimentos y las medicinas escasean mientras Naciones Unidas reitera sus llamamientos para que se establezca una tregua humanitaria de 48 horas para permitir la llegada de comida y medicamentos a las zonas aisladas. Millones de personas siguen atrapadas en Alepo, conviviendo con el aislamiento y sobreviviendo a los bombardeos constantes.
Es la imagen de la jornada, la contradicción de la guerra de Siria. A pesar de los bombardeos, de las muertes y de la tragedia impuesta en el país, los niños siguen jugando, siguen riendo. Esta fotografía ha sido distribuida por activistas sirios de la oposición al régimen de Bashar al-Assad y muestra a un grupo de chicos nadando en el cráter de una bomba tras un ataque del ejército en el distrito de Sheikh Said.
«Pese a lo que al-Assad ha hecho en Alepo, la vida no ha acabado y sus niños construyen una nueva vida en cada sitio destruido por sus misiles», se lee junto a las fotografías distribuidas por el Centro de Prensa de Alepo. La ciudad se encuentra asediada por los combates entre fuerzas rebeldes, islamistas y el ejército de Damasco. Los alimentos y las medicinas escasean mientras Naciones Unidas reitera sus llamamientos para que se establezca una tregua humanitaria de 48 horas para permitir la llegada de comida y medicamentos a las zonas aisladas. Millones de personas siguen atrapadas en Alepo, conviviendo con el aislamiento y sobreviviendo a los bombardeos constantes.