Universidades de China instalan carpas para que los padres acompañen a sus hijos
Con el inicio del nuevo año escolar en China, muchas universidades están dando la bienvenida no sólo a los estudiantes, sino también a sus padres. Universidades de todo el país están instalando tiendas de campaña y acondicionando salas a modo de alojamiento improvisado para los padres que desean permanecer junto a sus hijos en el «doloroso» proceso de emancipación. La política gubernamental del hijo único que se remonta a 1979 provoca en muchas familias una importante desazón el tener que despedirse de su único descendiente y que en algunos casos lleva consigo una presión extra al tratarse del primer miembro de la familia en ingresar en la universidad. La práctica de la creación de las denominadas «tiendas de amor» comenzó en la Universidad de Tianjin hace cuatro años, pero con el tiempo otras escuelas han seguido su ejemplo, como la Universidad Politécnica de Northwestern y la Universidad de Shantou de Guangdong. «Llevamos diez días acompañando a nuestra hija», cuenta una familia a Quartz. Su hija, aseguran, «nunca ha vivido en un dormitorio» en sus 20 años. En algunos casos el proteccionismo familiar llega a extremos inusitados, como cuando el año pasado un estudiante en la Universidad de Anhui fue acompañado por hasta 14 miembros de la familia. Algunos centros están debatiendo si la práctica está socavando la capacidad de los jóvenes para ser independientes.
No es un campamento al uso. No es un festival. No es una acampada reivindicativa. Son padres pernoctando en la universidad en la que acaba de ingresar su hijo. Varias universidades de China se convierten en hospedajes improvisados para que los progenitores acompañen a sus hijos a inscribirse y a instalarse en la universidad. La política del hijo único en el país fomenta un paternalismo casi surrealista.
Con el inicio del nuevo año escolar en China, muchas universidades están dando la bienvenida no sólo a los estudiantes, sino también a sus padres. Universidades de todo el país están instalando tiendas de campaña y acondicionando salas a modo de alojamiento improvisado para los padres que desean permanecer junto a sus hijos en el «doloroso» proceso de emancipación. La política gubernamental del hijo único que se remonta a 1979 provoca en muchas familias una importante desazón el tener que despedirse de su único descendiente y que en algunos casos lleva consigo una presión extra al tratarse del primer miembro de la familia en ingresar en la universidad. La práctica de la creación de las denominadas «tiendas de amor» comenzó en la Universidad de Tianjin hace cuatro años, pero con el tiempo otras escuelas han seguido su ejemplo, como la Universidad Politécnica de Northwestern y la Universidad de Shantou de Guangdong. «Llevamos diez días acompañando a nuestra hija», cuenta una familia a Quartz. Su hija, aseguran, «nunca ha vivido en un dormitorio» en sus 20 años. En algunos casos el proteccionismo familiar llega a extremos inusitados, como cuando el año pasado un estudiante en la Universidad de Anhui fue acompañado por hasta 14 miembros de la familia.
Algunos centros están debatiendo si la práctica está socavando la capacidad de los jóvenes para ser independientes.