Nueva Zelanda necesita donantes de esperma
Esta escasez se debe a la nueva legislación vigente desde 2004 que prohibe la donación de esperma de anónimos y la carencia de remuneración por este servicio, según asegura el informe realizado por la Asociación. De esta forma, los donantes sólo tienen cubiertos los costes mínimos, tales como el viaje a la clínica, pero no son compensados por su tiempo. Además, el donante también DEBE estar de acuerdo en ser identificado por el descendiente cuando el niño cumpla los 18 años. La asociación asegura que hay una lista de espera de dos años de mujeres que desean ser fecundadas. En 2015, unas 300 mujeres tratadas con esperma donado, de ellas el 35% eran parejas heterosexuales con problemas de infertilidad masculina, el 25% eran parejas de lesbianas y el 40% eran mujeres solteras. El informe refleja que muchas mujeres están viajando al extranjero para poder recibir este tratamiento, si embargo, el tiempo, el coste y la legislación fronteriza hace que esta opción no sea viable para la mayoría de chicas.
Nueva Zelanda ha lanzado una campaña para conseguir un mayor número de donantes de esperma debido a la carencia de hombres que estén dispuestos a ello. «Se ha convertido en una escasez continua», asegura la doctora Mary Birdsall, especialista en fertilidad. Por ello es que la Asociación de Fertilidad de Nueva Zelanda llama a los hombres a ser unos «héroes» y donar esperma para ayudar a las parejas necesitadas, todo esto acompañado con una imagen de Superman en el banner.
Esta escasez se debe a la nueva legislación vigente desde 2004 que prohibe la donación de esperma de anónimos y la carencia de remuneración por este servicio, según asegura el informe realizado por la Asociación. De esta forma, los donantes sólo tienen cubiertos los costes mínimos, tales como el viaje a la clínica, pero no son compensados por su tiempo. Además, el donante también DEBE estar de acuerdo en ser identificado por el descendiente cuando el niño cumpla los 18 años.
La asociación asegura que hay una lista de espera de dos años de mujeres que desean ser fecundadas. En 2015, unas 300 mujeres tratadas con esperma donado, de ellas el 35% eran parejas heterosexuales con problemas de infertilidad masculina, el 25% eran parejas de lesbianas y el 40% eran mujeres solteras. El informe refleja que muchas mujeres están viajando al extranjero para poder recibir este tratamiento, si embargo, el tiempo, el coste y la legislación fronteriza hace que esta opción no sea viable para la mayoría de chicas.