Un exprisionero de Guantánamo entra en coma por una huelga de hambre
«El gobierno está muy comprometido a encontrar una solución a este tema, que pasa por trasladar a Dhiab a otro país donde pueda reencontrarse con su familia», comentó en declaraciones a The Associated Press el delegado de Uruguay para los refugiados de Guantánamo. Dhiab ha protagonizado varios incidentes desde su llegada en diciembre de 2014. Primero viajó a Argentina violando un acuerdo de no salir del país, y allí denunció el fallido intento de Estados Unidos de cerrar Guantánamo. Después comenzó a quejarse públicamente del estilo de vida uruguayo y a protestar frente a la embajada norteamericana. Incluso llegó a presentarse en Venezuela, donde pidió sin éxito ser trasladado a Turquía.
El estado de salud de Abu Wa’el Dhiab se ha convertido en un quebradero de cabeza para Uruguay. Es uno de los seis exprisioneros de Guantánamo que fueron acogidos por el país latinoamericano a finales de 2014, pero rápidamente se hizo notar por sus protestas contra su nuevo estilo de vida. Llevaba más de un mes en huelga de hambre y 12 días sin ingerir líquidos y las noticias de primera hora informaron de que había entrado en coma. Horas después, la buena noticia era que había recuperado la consciencia, aunque su estado de salud continúa delicado.
«El gobierno está muy comprometido a encontrar una solución a este tema, que pasa por trasladar a Dhiab a otro país donde pueda reencontrarse con su familia», comentó en declaraciones a The Associated Press el delegado de Uruguay para los refugiados de Guantánamo. Dhiab ha protagonizado varios incidentes desde su llegada en diciembre de 2014. Primero viajó a Argentina violando un acuerdo de no salir del país, y allí denunció el fallido intento de Estados Unidos de cerrar Guantánamo. Después comenzó a quejarse públicamente del estilo de vida uruguayo y a protestar frente a la embajada norteamericana. Incluso llegó a presentarse en Venezuela, donde pidió sin éxito ser trasladado a Turquía.