Aviones no tripulados del ejército británico, implicados en el ataque contra soldados sirios
La tregua en Siria de siete días que acordaron Rusia y Estados Unidos ha expirado esta media noche y no se vislumbra ninguna extensión del régimen de calma por ahora. Y mucho menos tras el ataque que sufrieron las fuerzas de Bashar al-Asad este fin de semana por bombardeos de la coalición internacional liderada por Estados Unidos. Damasco acusó este sábado por la noche a la aviación de la coalición internacional de bombardear una posición de su ejército en la provincia oriental de Deir Ezzor. Estados Unidos no ha confirmado los ataques contras las tropas sirias, pero sí ha admitido que estaba realizando una incursión contra el Estado Islámico en Deir Ezzor, dando a entender que el ataque pudo deberse a un error. «Si el bombardeo fue realizado debido a un error en las coordenadas del objetivo es consecuencia directa de la indisposición de EEUU a coordinar sus acciones contra grupos terroristas», ha enfatizado el Ministerio de Defensa de Rusia. Precisamente, la coordinación contra objetivos «terroristas» del Estado Islámico figuraba en uno de los epígrafes de la hoja de ruta del alto al fuego en Siria. El diario The Guardian ha revelado este lunes que el ejército británico está cooperando plenamente con una investigación realizada por Estados Unidos sobre el incidente, en el que también estuvieron implicadas fuerzas aéreas danesas, australianas y estadounidenses. Según los rusos, el bombardeo permitió que el Estado Islámico lanzara poco después una ofensiva en el área y se apropiara de algunos sectores oficialistas. El embajador de Rusia en la ONU, Vitaly Churkin, ha solicitado una reunión de emergencia del Consejo de Seguridad para aclarar lo ocurrido.
Si la tregua en Siria pretendía que las dos grandes coaliciones de la guerra (por un lado, coalición internacional liderada por Estados Unidos, y por otro, Siria y Rusia) centrasen sus esfuerzos en combatir al enemigo común, los yihadistas del Estado Islámico, parece que no está resultando muy efectivo. El ministerio de Defensa de Reino Unido asegura que aviones no tripulados de la Fuerza Aérea británica estuvieron involucrados en el ataque aéreo del fin de semana en el que murieron 62 soldados sirios, amenazando así la frágil tregua en el país.
La tregua en Siria de siete días que acordaron Rusia y Estados Unidos ha expirado esta media noche y no se vislumbra ninguna extensión del régimen de calma por ahora. Y mucho menos tras el ataque que sufrieron las fuerzas de Bashar al-Asad este fin de semana por bombardeos de la coalición internacional liderada por Estados Unidos. Damasco acusó este sábado por la noche a la aviación de la coalición internacional de bombardear una posición de su ejército en la provincia oriental de Deir Ezzor. Estados Unidos no ha confirmado los ataques contras las tropas sirias, pero sí ha admitido que estaba realizando una incursión contra el Estado Islámico en Deir Ezzor, dando a entender que el ataque pudo deberse a un error. «Si el bombardeo fue realizado debido a un error en las coordenadas del objetivo es consecuencia directa de la indisposición de EEUU a coordinar sus acciones contra grupos terroristas», ha enfatizado el Ministerio de Defensa de Rusia. Precisamente, la coordinación contra objetivos «terroristas» del Estado Islámico figuraba en uno de los epígrafes de la hoja de ruta del alto al fuego en Siria.
El diario The Guardian ha revelado este lunes que el ejército británico está cooperando plenamente con una investigación realizada por Estados Unidos sobre el incidente, en el que también estuvieron implicadas fuerzas aéreas danesas, australianas y estadounidenses. Según los rusos, el bombardeo permitió que el Estado Islámico lanzara poco después una ofensiva en el área y se apropiara de algunos sectores oficialistas. El embajador de Rusia en la ONU, Vitaly Churkin, ha solicitado una reunión de emergencia del Consejo de Seguridad para aclarar lo ocurrido.