La investigación internacional acusa a Rusia de lanzar el misil que derribó el MH17
El equipo internacional de investigación penal indica que el arma fue disparada desde un campo cercano a la localidad de Pervomajsk, en el este de Ucrania, que en ese momento estaba en manos de los rebeldes prorrusos. Los fiscales apuntan que el sistema tierra-aire para disparar el misil fue transportado desde Rusia a petición de los separatistas y acusan a Moscú de encubrir luego a los separatistas. La investigación la han llevado a acabo entre Holanda, Malasia, Australia, Bélgica y Ucrania. Sin embargo, el Gobierno ruso ha desmentido las acusaciones y asegura tener pruebas que demostrarían que el misil que derribó el avión malasio fue lanzado desde una localidad controlada por las fuerzas ucranianas. El comandante de las fuerzas radioténicas rusas, Andréi Koban, dice tener pruebas que apuntarían a que las fuerzas de Kiev contaban con sistemas de defensa antiaérea en la zona del siniestro e insinuó que podían haberlos usado contra el avión de pasajeros que cubría la ruta entre Amsterdam y Kuala Lumpur. Lo único en lo que hasta ahora han coincidido los investigadores y las autoridades rusas es en determinar que la causa del derribo fue un misil Buk de fabricación rusa. Un total de 33 familiares de víctimas de Australia, Malasia y Nueva Zelanda, representados por un abogado australiano, han presentado una denuncia ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos en Estrasburgo y piden una indemnización de 10 millones de dólares por persona al Estado ruso.
El 17 de julio de 2014 un Boeing-777 de Malaysia Airlines en el que viajaban 298 personas fue derribado por un misil cuando volaba en el este de Ucrania. Desde entonces, rusos y ucranianos se han estado echando la culpa de la matanza del vuelo MH17, pero ahora una investigación internacional ha determinado quién fue el culpable. Los fiscales aseguran que la aeronave fue alcanzada por un misil lanzado desde territorio bajo control de milicianos separatistas prorrusos. Sin embargo, Rusia lo niega.
El equipo internacional de investigación penal indica que el arma fue disparada desde un campo cercano a la localidad de Pervomajsk, en el este de Ucrania, que en ese momento estaba en manos de los rebeldes prorrusos. Los fiscales apuntan que el sistema tierra-aire para disparar el misil fue transportado desde Rusia a petición de los separatistas y acusan a Moscú de encubrir luego a los separatistas. La investigación la han llevado a acabo entre Holanda, Malasia, Australia, Bélgica y Ucrania. Sin embargo, el Gobierno ruso ha desmentido las acusaciones y asegura tener pruebas que demostrarían que el misil que derribó el avión malasio fue lanzado desde una localidad controlada por las fuerzas ucranianas. El comandante de las fuerzas radioténicas rusas, Andréi Koban, dice tener pruebas que apuntarían a que las fuerzas de Kiev contaban con sistemas de defensa antiaérea en la zona del siniestro e insinuó que podían haberlos usado contra el avión de pasajeros que cubría la ruta entre Amsterdam y Kuala Lumpur. Lo único en lo que hasta ahora han coincidido los investigadores y las autoridades rusas es en determinar que la causa del derribo fue un misil Buk de fabricación rusa.
Un total de 33 familiares de víctimas de Australia, Malasia y Nueva Zelanda, representados por un abogado australiano, han presentado una denuncia ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos en Estrasburgo y piden una indemnización de 10 millones de dólares por persona al Estado ruso.