Argentina exterminará a 100.000 castores para salvar sus bosques
Ahora el Ministerio de Ambiente de la Nación y Tierra del Fuego coordinan un programa piloto que tendrá eje en ocho áreas específicas. El plan, que forma parte de un acuerdo que firmaron Argentina y Chile en 2008, tiene como objetivo erradicar a estos roedores para luego restaurar las áreas afectadas. Desde hace años las autoridades han fomentado la caza de estos animales, para vender sus pieles, pero no ha funcionado porque los vecinos de la zona sólo cazaban cerca de los caminos, pero no se adentraban en zonas recónditas. El Gobierno argentino seleccionará a un grupo de 10 cazadores profesionales, que se dedicarán a cazar castores con trampas en las áreas asignadas. El proyecto está coordinado por la Secretaría de Ambiente y cuenta con apoyo financiero de Naciones Unidas. Aunque la iniciativa es muy polémica, cuenta con el respaldo de las organizaciones medioambientales, ya que las especies exóticas invasoras como el castor ponen en peligro la fauna y flora nativas.
Cuando llegaron desde Canadá en 1946 Argentina no se imaginó que acabarían por convertirse en un problema. Actualmente los primeros 20 castores de los bosques argentinos se han multiplicado hasta más de 100.000, convirtiendo el Parque Nacional del Fuego en un lugar dinamitado con árboles carcomidos y volcados. Por ello el Gobierno argentino pone en marcha un programa para eliminar a 100.000 castores.
Ahora el Ministerio de Ambiente de la Nación y Tierra del Fuego coordinan un programa piloto que tendrá eje en ocho áreas específicas. El plan, que forma parte de un acuerdo que firmaron Argentina y Chile en 2008, tiene como objetivo erradicar a estos roedores para luego restaurar las áreas afectadas. Desde hace años las autoridades han fomentado la caza de estos animales, para vender sus pieles, pero no ha funcionado porque los vecinos de la zona sólo cazaban cerca de los caminos, pero no se adentraban en zonas recónditas. El Gobierno argentino seleccionará a un grupo de 10 cazadores profesionales, que se dedicarán a cazar castores con trampas en las áreas asignadas. El proyecto está coordinado por la Secretaría de Ambiente y cuenta con apoyo financiero de Naciones Unidas. Aunque la iniciativa es muy polémica, cuenta con el respaldo de las organizaciones medioambientales, ya que las especies exóticas invasoras como el castor ponen en peligro la fauna y flora nativas.