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Acusan a Samsung y Panasonic de cometer abusos laborales en fábricas de Malasia

«Me duele corazón. No me dieron el trabajo que me prometieron. Estoy haciendo un trabajo muy difícil. No tengo el salario que dijeron que recibiría», confesó uno de los trabajadores al diario británico. Los denunciantes aseguran que se sentían «engañados» y atrapados en sus trabajos haciendo y ensamblando componentes para artículos electrónicos vendidos en el mercado global. También confesaron que tienen una cuota de reclutamiento de 1.000 libras, es decir, que si quieren regresar a su país antes de finalizar el contrato deben de pagar esa cantidad. «Nos dijeron: ‘Si no trabajas, o te vas sin pagar, te enterraremos en Malasia'», dijo un hombre. Asimismo, el reportaje también deja constancia de las condiciones inhumanas a las que están sometidos. En los alojamientos donde se hospedan, los trabajadores vivían en un «siniestro» albergue en una industria de Johor, con 14 hombres amontonados en una habitación mohosa. The Guardian señala que algunos de los que trabajan para Samsung son empleados directamente por la empresa, pero la mayoría son contratados a través de una empresa de suministro de mano de obra. En el caso de Panasonic, los empleados fueron contratados por una subcontrata. Ambas empresas han dicho que están abriendo investigaciones sobre la conducta de sus proveedores después de las reclamaciones.

Acusan a Samsung y Panasonic de cometer abusos laborales en fábricas de Malasia

Reuters

Samsung y Panasonic, dos de las principales marcas de electrónica del mundo, han sido acusadas de engañar, explotar y estafar a trabajadores en Malasia. Un reportaje del diario The Guardian denuncia la situación de un grupo de 30 inmigrantes nepalíes que aseguran que tienen los pasaportes confiscados y son obligados a trabajar durante 14 horas con pausas de retrete restringidas. Las empresas aseguran que han iniciado investigación.

«Me duele corazón. No me dieron el trabajo que me prometieron. Estoy haciendo un trabajo muy difícil. No tengo el salario que dijeron que recibiría», confesó uno de los trabajadores al diario británico. Los denunciantes aseguran que se sentían «engañados» y atrapados en sus trabajos haciendo y ensamblando componentes para artículos electrónicos vendidos en el mercado global. También confesaron que tienen una cuota de reclutamiento de 1.000 libras, es decir, que si quieren regresar a su país antes de finalizar el contrato deben de pagar esa cantidad. «Nos dijeron: ‘Si no trabajas, o te vas sin pagar, te enterraremos en Malasia'», dijo un hombre. Asimismo, el reportaje también deja constancia de las condiciones inhumanas a las que están sometidos. En los alojamientos donde se hospedan, los trabajadores vivían en un «siniestro» albergue en una industria de Johor, con 14 hombres amontonados en una habitación mohosa.

The Guardian señala que algunos de los que trabajan para Samsung son empleados directamente por la empresa, pero la mayoría son contratados a través de una empresa de suministro de mano de obra. En el caso de Panasonic, los empleados fueron contratados por una subcontrata. Ambas empresas han dicho que están abriendo investigaciones sobre la conducta de sus proveedores después de las reclamaciones.

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