El Gobierno italiano aprueba un rescate bancario de 20.000 millones
El primer ministro italiano destacó que el decreto aprobado en un Consejo de Ministros extraordinario tiene como objetivo «la protección más amplia posible de los ahorros y la consolidación del sistema bancario». Italia, que se considera la tercera economía de la zona euro, ha coordinado la operación con las autoridades de la Unión Europea. En un comunicado se aclaró que el decreto está dividido en dos partes: la intervención del Estado para garantizar liquidez a los bancos y, por otro lado, una segunda intervención para reforzar su posición patrimonial. El plan prevé en primer lugar la posibilidad para el Tesoro de garantizar las nuevas obligaciones emitidas por un banco en dificultades y los bancos tendrán además acceso, en condiciones fijadas en acuerdo con la Comisión Europea, a un sistema de préstamos de emergencia denominados ELA («Emergency Liquidity Assistance»), que resultaron cruciales para los bancos griegos. Prevé además un mecanismo de recapitalización preventiva con una inyección de fondos públicos que no ha sido evaluada. El BMPS, el banco más antiguo del mundo, es el eslabón débil del sistema bancario italiano, cuya fragilidad y créditos dudosos -que probablemente jamás serán devueltos- preocupan a toda Europa. Los bancos Carige, Veneto Banca o Banca Popolare di Vicenza también podrían solicitar ayuda.
El Gobierno italiano aprobó en la madrugada del viernes un plan de rescate público para los bancos con dificultades. El Ejecutivo de Paolo Gentiloni ha dado luz verde a un decreto con el que destinará 20.000 millones de euros para fortalecer las entidades bancarias que presenten problemas, como es el caso de Banca Monte dei Paschi di Siena (BMPS), que no consiguió en los mercados los 5.000 millones de euros que necesitaba para su recapitalización.
El primer ministro italiano destacó que el decreto aprobado en un Consejo de Ministros extraordinario tiene como objetivo «la protección más amplia posible de los ahorros y la consolidación del sistema bancario». Italia, que se considera la tercera economía de la zona euro, ha coordinado la operación con las autoridades de la Unión Europea. En un comunicado se aclaró que el decreto está dividido en dos partes: la intervención del Estado para garantizar liquidez a los bancos y, por otro lado, una segunda intervención para reforzar su posición patrimonial. El plan prevé en primer lugar la posibilidad para el Tesoro de garantizar las nuevas obligaciones emitidas por un banco en dificultades y los bancos tendrán además acceso, en condiciones fijadas en acuerdo con la Comisión Europea, a un sistema de préstamos de emergencia denominados ELA («Emergency Liquidity Assistance»), que resultaron cruciales para los bancos griegos. Prevé además un mecanismo de recapitalización preventiva con una inyección de fondos públicos que no ha sido evaluada.
El BMPS, el banco más antiguo del mundo, es el eslabón débil del sistema bancario italiano, cuya fragilidad y créditos dudosos -que probablemente jamás serán devueltos- preocupan a toda Europa. Los bancos Carige, Veneto Banca o Banca Popolare di Vicenza también podrían solicitar ayuda.