La Marina de EEUU entrena delfines para salvar vaquitas marinas
Los defines utilizarán su sonar natural para localizar a las esquivas marsopas, luego irán a la superficie y darán aviso a sus manejadores. «Su tarea específica es localizar» vaquitas, las cuales sólo viven en el Golfo de California, señaló Fallin. Avisarán cuando localicen una «saliendo a la superficie y regresando al bote desde el que fueron lanzados», de esta forma podrán atraparlas, encerrarlas y protegerlas para que no extingan. La vaquita marina, la especie más pequeña de las marsopas y la que en mayor riesgo de extinción se encuentra, – su población ha ido disminuyendo en un 40% por año – ha sido diezmada por la pesca ilegal de otros peces protegidos, como la totoaba, cuya vejiga natatoria es considerada un manjar en China y un kilogramo puede costar unos 100.000 dólares. Si los delfines consiguen localizar a estos mamíferos, cabe la esperanza de atrapar, encerrar y proteger a los últimos miembros de la especie.
Desde la década de 1960, la Armada de los Estados Unidos ha ejecutado un programa que entrena a delfines y leones marinos para lograr hazañas que incluso las mejores máquinas no pueden conseguir: olfatear minas, localizar barcos cuando se pierde su localización en alta mar y actuar como guardias de seguridad para activos estratégicos. Ahora, estos inteligentes mamíferos tienen un nuevo reto: salvar a vaquitas marinas, un animal en peligro de extinción.
Los defines utilizarán su sonar natural para localizar a las esquivas marsopas, luego irán a la superficie y darán aviso a sus manejadores. «Su tarea específica es localizar» vaquitas, las cuales sólo viven en el Golfo de California, señaló Fallin. Avisarán cuando localicen una «saliendo a la superficie y regresando al bote desde el que fueron lanzados», de esta forma podrán atraparlas, encerrarlas y protegerlas para que no extingan. La vaquita marina, la especie más pequeña de las marsopas y la que en mayor riesgo de extinción se encuentra, – su población ha ido disminuyendo en un 40% por año – ha sido diezmada por la pesca ilegal de otros peces protegidos, como la totoaba, cuya vejiga natatoria es considerada un manjar en China y un kilogramo puede costar unos 100.000 dólares. Si los delfines consiguen localizar a estos mamíferos, cabe la esperanza de atrapar, encerrar y proteger a los últimos miembros de la especie.