Un atentado suicida en Kabul deja al menos 20 muertos
Ashraf Ghani, presidente de Afganistán, se ha apresurado en condenar el ataque y lo ha calificado como «crimen contra la humanidad y acto imperdonable». En 2016, las Naciones Unidas establecieron el peor balance de víctimas mortales civiles en Afganistán desde que comenzara a censarlos (en 2009), con 11.500 muertos y heridos. El edificio que sirvió como objetivo está situado en una zona próxima a la embajada de los Estados Unidos y ya fue atacado por primera vez en junio de 2013 en un atentado en el que murieron 15 personas y donde otras cuarenta resultaron heridas: la bomba, de gran potencia, explotó a la misma hora -las cuatro de la tarde- y en el mismo lugar que en esta ocasión.
Un atentado suicida contra los empleados del Tribunal Supremo afgano en Kabul ha causado al menos 20 muertos y 41 heridos. El terrorista ha detonado su explosivo cuando los trabajadores salían hacia los autobuses que los llevarían a casa y entre las víctimas hay un niño, según ha publicado en su cuenta personal de Twitter un responsable del ministerio de Sanidad, Wahidullah Mayar. Ningún grupo armado ha reivindicado el ataque, pero las autoridades sospechan de un ataque talibán.