El trato que da Europa a los niños refugiados “incrementa el riesgo de radicalización”
El trato “pésimo” a los menores refugiados, que forman un tercio de quienes buscan asilo en el continente en los últimos dos años, incrementará el riesgo de radicalización y de su implicación en actos criminales, según alerta un informe del Consejo Europeo.
El trato “pésimo” a los menores refugiados, que forman un tercio de quienes buscan asilo en el continente en los últimos dos años, incrementará el riesgo de radicalización y de su implicación en actos criminales, según alerta un informe del Consejo Europeo.
Un sistema que permite el abuso sexual y físico de los niños en los centros de detención abarrotados, donde habitualmente son separados de sus familiares, condenará a Europa a muchos problemas futuros, explica el informe.
“Por lo que estos niños están pasando definirá en quién se convertirán. Y también definirá, en algunos aspectos, nuestro futuro común”, explica Tomáš Boček, el representante del secretario general de migraciones y refugiados, a The Guardian. “Vi niños que estaban tristes, sí, y enfadados. Pero también apáticos. Esto hace a los niños más vulnerables, quizás a la radicalización”.
De los menores que han solicitado asilo en Europa en los dos últimos años, casi un 70% huían de los conflictos en Siria, Afganistán e Irak, según el informe presentado por Tomáš Boček, que asegura que el sistema es incapaz de hacer frente al aumento del número de refugiados. Por esta razón, los niños que son separados de sus familias a veces no son siquiera registrados correctamente. Explica, además, que las autoridades locales no están haciendo lo suficiente para prevenir que los menores sean utilizados como esclavos, tratados inadecuadamente por la policía o empujados a matrimonios ilegales aún estando en territorio europeo.
Boček dice en su informe, que se ha basado en las visitas a centros y campos de refugiados en Grecia, Macedonia, Francia, Turquía, Francia e Italia, que los esfuerzos por realojar a los niños refugiados fuera de los centros de detención, incluyendo los del Gobierno británico, se han reducido. “Migrantes y refugiados están expuestos a la violencia no solo de las manos de traficantes y contrabandistas, sino también como resultado de una acción e inacción del Estado”.