Queensland deroga la norma que atenuaba el asesinato de homosexuales
El Estado australiano de Queensland ha derogado este martes de su código penal una disposición que permitía justificar en nombre del miedo a los gays, el asesinato de una persona homosexual. Así, se ha suprimido una línea de defensa conocida como gay panic defence que permitía a un sospechoso alegar el acercamiento no deseado de una persona homosexual como una provocación para el homicidio, y obtener así una recalificación de asesinato en homicidio involuntario.
El Estado australiano de Queensland ha derogado este martes de su código penal una disposición que permitía justificar en nombre del miedo a los gays, el asesinato de una persona homosexual. Con ello, se ha suprimido una línea de defensa conocida como gay panic defence que permitía a un sospechoso alegar el acercamiento no deseado de una persona homosexual como una provocación para el homicidio, y obtener así una recalificación de asesinato en homicidio involuntario.
«El código penal de Queensland no debe aceptar la violencia contra la comunidad gay, o contra toda comunidad», declaró en un comunicado la ministra de Justicia de Queensland, Yvette D’Ath. «El voto de esta enmienda envía un mensaje importante, según el cual la discriminación no es aceptable, y muestra que protegemos la comunidad LGBT (homosexuales, lesbianas, bisexuales y transexuales)», añadió.
Australia Meridional es ahora el único estado del país en donde esta línea de defensa aún es válida. Esta disposición fue utilizada en Queensland en el caso del asesinato de Wayne Ruks, de 45 años, golpeado hasta la muerte en el patio de la iglesia católica St Mary de Maryborough en julio de 2008. Los autores de esta agresión fueron condenados por homicidio involuntario y no por asesinato, después de afirmar que la víctima había hecho acercamientos.
El padre Paul Kelly, sacerdote de la parroquia de Maryborough, había lanzado una petición que sumó 290.000 firmas para obtener la reforma del código penal. Declaró estar «encantado» con la supresión de esta disposición «homófoba, arcaica y del pasado» del código penal. La madre de Wayne Ruks, Joyce Kujala, dijo estar esperando este día desde hace ocho años. «Esto no hará que Wayne regrese, pero una forma de justicia que podrá salvar otras vidas en el futuro», dijo.