Un piloto de aviones comerciales que estaba tan ebrio que al parecer se había desmayado en la cabina de un avión antes del despegue ha sido sentenciado este lunes en Canadá a ocho meses de cárcel.
El mes pasado, Miroslav Gronych, de 37 años, se declaró culpable de haber tenido un nivel de alcohol en la sangre que triplicaba el límite legal cuando estaba bajo su responsabilidad una aeronave.
El piloto eslovaco fue sacado del avión de Sunwing Airlines, en Calgary el 31 de diciembre, antes de un vuelo con destino a Cancún, México.
Cuando Gronych llegó al avión, no pudo ponerse la chaqueta, hablaba con dificultad y se tambaleaba. El copiloto sugirió a Gronych que abandonara la aeronave, pero el piloto optó por mantenerse a los mandos de la cabina, aunque arecía estar desmayado con la cabeza recargada en la ventana.
La jueza Anne Brown ha prohibido además a Gronych pilotar un avión durante un año después de su liberación. Gronych, casado y con dos hijos pequeños, ha perdido su empleo.
La defensa ha solicitado una sentencia de tres a seis meses de cárcel, mientras que la fiscalía ha pedido a la jueza que sentenciara a Gronych a un año de prisión.
Su abogado defensor dijo el mes pasado en el tribunal que Gronych no había podido dormir la noche anterior a su vuelo pues se encontraba mal por lo que tomó un par de tragos de vodka y un Tylenol (analgésico), con la idea de despertar a tiempo para avisar de que no realizaría el vuelo. No programó el despertador y cuando la compañía le llamó para saber dónde estaba, el piloto bebió el resto de la botella de vodka y salió hacia el aeropuerto.