Al menos diez muertos en un atentado con bomba en Pakistán
Un atentado con bomba contra una furgoneta de transporte de pasajeros ha dejado al menos diez muertos y 13 heridos en una zona de mayoría chií del noroeste de Pakistán, según recoge la agencia Efe citando a fuentes oficiales. El atentado ha ocurrido en torno a las 01:30 horas GMT, cuando una bomba ha explotado al paso de la furgoneta, que viajaba entre dos pueblos del área tribal de Khurram y que encontraba cerca de Godar, ha asegurado el portavoz de la Administración local Majeed Ullah.
Un atentado con bomba contra una furgoneta de transporte de pasajeros ha dejado al menos diez muertos y 13 heridos en una zona de mayoría chií del noroeste de Pakistán, según recoge la agencia Efe citando a fuentes oficiales. El atentado ha ocurrido en torno a las 01:30 horas GMT, cuando una bomba ha explotado al paso de la furgoneta, que viajaba entre dos pueblos del área tribal de Khurram y que encontraba cerca de Godar, ha asegurado el portavoz de la Administración local Majeed Ullah.
Todas las víctimas mortales pertenecen a la minoría chií y entre ellas se encuentran cinco mujeres y tres niños. La agencia AFP informa de que un bebé también ha fallecido en el ataque, citando a un responsable de los servicios médicos del distrito, el doctor Mujhid Khan. Los heridos, entre los que hay tres policías, han sido trasladados al hospital de la ciudad de Parachinar, la capital de Khurram. Las autoridades aún desconocen si la bomba era una mina o fue activada por control remoto.
El ministro de Interior paquistaní, Chaudhry Nisar, ha expresado en un comunicado su «dolor» por la perdida de vidas humanas en el suceso y pidió un informe sobre el mismo.
La zona tribal de Kurram es conocida por enfrentamientos sectarios recurrentes entre sunitas y chiitas, que constituyen estos últimos alrededor del 20% de la población de Pakistán. También es desde hace tiempo un bastión de los talibanes y otros grupos afiliados a ellos. La capital de este distrito, Parachinar, fue golpeada dos veces este año por atentados reivindicados por los talibanes contra dos mercados de la ciudad. La primera bomba dejó 24 muertos en enero. La segunda, un atentado suicida con coche bomba, mató a 22 personas en marzo. Los habitantes son también regularmente víctimas de minas colocadas por las fuerzas soviéticas en las ciudades pakistaníes fronterizas de Afganistán durante su guerra en este país de 1979 a 1989.
Pakistán lanzó un nuevo operativo militar en todo el país contra la insurgencia, bautizada como operación Radd-ul-Fasaad («Eliminación de la discordia») tras una cadena de atentados que el pasado febrero causaron alrededor de 130 muertos. La ofensiva es una continuación de la operación Zarb-e-Azb, que se puso en marcha en las zonas tribales en junio de 2014 y con la que el Ejército asegura haber abatido a 3.500 insurgentes, una cifra no comprobada por fuentes independientes. Desde el comienzo de la operación, se han reducido significativamente los ataques terroristas en el país, si bien se siguen produciendo, sobre todo en la áreas tribales.