Un petrolero hundido obliga a cerrar varias playas de Atenas
El vertido del pequeño petrolero Ayía Zoni II, que naufragó este domingo en la isla de Salamina, ha llegado durante esta jornada a las playas de Atenas ennegreciendo varias bahías en el Golfo Argo-Sarónico, razón por las que se ha iniciado un operativo de seguridad en los barrios residenciales de Glyfada y Vula y varias playas de sur de la capital se han visto obligadas a cerrar.
El vertido del pequeño petrolero Ayía Zoni II, que naufragó este domingo en la isla de Salamina, ha llegado durante esta jornada a las playas de Atenas ennegreciendo varias bahías en el Golfo Argo-Sarónico, razón por las que se ha iniciado un operativo de seguridad en los barrios residenciales de Glyfada y Vula y varias playas de sur de la capital se han visto obligadas a cerrar. «Se trata de un desastre ambiental importante», ha apuntado la alcaldesa de Salamina, Isidora Nannou-Papathanassiou. «Claramente el peligro no fue correctamente calibrado», ha añadido.
El buque se hundió durante las primeras horas del domingo cuando transportaba 2.500 toneladas de fuel y gas marino. A espera de que termine la investigación sobre el suceso, el capitán y el ingeniero jefe, quienes no se encontraban a bordo del petrolero, han sido acusados de negligencia. Por su parte, la compañía que operaba el pequeño buque, de bandera griega, insistió en que éste estaba en condiciones de navegar.
El Gobierno ha pedido la ayuda de la Agencia Europea de Seguridad Marítima que, de acuerdo con medios locales, enviará el AKTEA Oil Spill Response Vessel, un barco especializado en limpiezas de este tipo, con capacidad para 4.000 toneladas y que puede detectar el crudo en un radio de 20 kilómetros. Sin embargo, funcionarios aseguran que las labores de limpieza podrían prolongarse hasta cuatro meses.
Las imágenes de tortugas y pájaros muertos y cubiertos de petróleo son muestra del impacto económico y ambiental. Los expertos estiman que podría pasar años antes de que la zona afectada se recupere completamente.