El huracán Nate toca tierra en Estados Unidos tras arrasar Centroamérica
El huracán Nate, de categoría 1, ha tocado tierra en el sur de Estados Unidos, cerca de la desembocadura del río Misisipi, con vientos máximos sostenidos de casi 140 kilómetros por hora, ha informado el Centro Nacional de Huracanes (NHC). Nate ha llegado a Estados Unidos tras dejar más de 25 muertos a su paso por Centroamérica.
El huracán Nate, de categoría 1, ha tocado tierra en el sur de Estados Unidos, cerca de la desembocadura del río Misisipi, con vientos máximos sostenidos de casi 140 kilómetros por hora, ha informado el Centro Nacional de Huracanes (NHC). Nate ha llegado a Estados Unidos tras dejar más de 25 muertos a su paso por Centroamérica.
El huracán, que ahora se desplaza a unos 32 kilómetros por hora, tocará tierra de nuevo en la costa de Misisipi durante la noche y pasará por “partes de Misisipi, Alabama y Tennessee” este fin de semana, ha alertado el NHC.
El NHC considera poco probable que Nate se fortalezca durante la noche, por lo que previsiblemente se convertirá en una depresión tropical este domingo. Sin embargo, la franja costera entre la Gran Isla de Luisiana y los estados de Alabama y Florida se hallan bajo aviso de huracán. En los puertos de Mobile, en Alabama, y Nueva Orleans, Luisiana, se han suspendido todas las acciones marítimas, informa Efe.
Here are the 10 PM CDT Oct. 7 key messages for Hurricane #Nate. More info at https://t.co/FL3pi16PWx pic.twitter.com/ieJ9xWI7J7
— NHC Atlantic Ops (@NHC_Atlantic) 8 de octubre de 2017
Además, el NHC ha advertido de que Nate traerá fuertes lluvias, por lo que es probable que los ríos en los estados en alerta se desborden, causando así inundaciones.
Tras los efectos devastadores causados por Harvey, que dejó más de 70 muertos en total y grandes daños materiales, e Irma, que causó la muerte de 12 personas en Florida, Nate es el tercer huracán en tocar tierra estadounidense en la actual temporada de ciclones en el Atlántico.
En Centroamérica, Nate ha causado la muerte de 28 personas, la mayoría de ellas en Nicaragua, Costa Rica y Honduras, donde además se han registrado grandes daños materiales.