La tormenta Ophelia causa tres muertos al golpear Irlanda y Reino Unido
El primer ministro irlandés Leo Varadkar ha pedido a las personas mantenerse bajo resguardo y ha dicho que se trata de una «tormenta muy peligrosa».
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Los remanentes del huracán Ophelia han causado la muerte de al menos tres personas el lunes, después de tocar tierra en las Islas Británicas con rachas de viento de hasta 130 kilómetros por hora (80 millas por hora), cancelando vuelos, cerrando escuelas y provocando apagones generalizados, informa AP.
Las muertes se han producido en Irlanda, donde decenas de miles de hogares carecían de electricidad y los militares han sido puestos en estado de alerta.
Aunque los meteorólogos han degradado a Ophelia y lo han clasificado como ciclón postropical, el Grupo Nacional de Coordinación de Emergencias de Irlanda contra Tiempo Grave ha calificado la tormenta como «sin precedentes, con condiciones graves que amenazan la vida».
Las autoridades irlandesas han cerrado escuelas, tribunales y edificios gubernamentales el lunes, en medio de la preocupación por los daños que podrían causar los remanentes del huracán.
El ministro de Educación de Irlanda Richard Bruton ha publicado en Twitter que los funcionarios «decidieron que todas las escuelas permanecerían cerradas mañana (martes)». La tormenta se dirige hacia Gran Bretaña.
El servicio meteorológico de Irlanda han pronosticado ráfagas de viento de 120 a 150 kilómetros por hora (75 a 93 millas), lo que ha generado temores de caos entre los viajeros.
Algunos vuelos han sido cancelados y los funcionarios de aviación han pedido a los viajeros que comprueben la información más reciente de sus vuelos antes de ir al aeropuerto el lunes.
El servicio meteorológico han emitido una advertencia de «estado rojo», diciendo que se pronosticaba viento «violento y destructivo» en todo el país y que «las lluvias fuertes y las marejadas de tormenta a lo largo de algunas costas provocarán inundaciones».
La Oficina Meteorológica Británica también ha advertido de tiempo muy ventoso en partes de Irlanda del Norte, Escocia y el norte de Inglaterra. La agencia ha advertido de posibles apagones, la interrupción en el transporte y perturbaciones en las señales de telefonía móvil.
El primer ministro irlandés Leo Varadkar ha pedido a las personas mantenerse bajo resguardo y ha dicho que se trata de una «tormenta muy peligrosa».
Los trabajadores han cerrado el Puente Peace en la ciudad de Derry con cinta y sacos de arena como medida de precaución.
