Un cortocircuito se registró en el submarino perdido en el Atlántico
Balbi ha aclarado que si bien el capitán del submarino Pedro Fernández ha notificado a sus superiores en una última comunicación que el desperfecto estaba arreglado
El submarino ARA San Juan había sufrido un incendio a causa de un cortocircuito en las baterías provocado por la entrada de agua de mar en el sistema de ventilación el 15 de noviembre, día en el que desapareció el sumergible en el Atlántico Sur.
El detalle ha sido confirmado por el portavoz de la Armada Argentina, Enrique Balbi, este lunes al difundir a la prensa un nuevo parte de búsqueda del submarino que sigue sin novedades, informa AP.
Balbi indicó que el último día que el submarino tomó contacto con tierra “lo informado por el comandante de la unidad y comunicado a su comandante superior fue el ingreso de agua” cuando el submarino «estaba cargando baterías”.
El agua había entrado por el sistema de ventilación a “una bandeja de conexión de las baterías de proa provocando un cortocircuito y un principio de incendio”. Sin embargo, este incidente “fue subsanado”, dijo Balbi.
El ARA San Juan, un diésel eléctrico clase TR-1700 de fabricación alemana y operativo desde 1985, desapareció con 44 tripulantes cuando navegaba desde Ushuaia, en el extremo austral de Argentina, hacia su base en Mar del Plata, 400 kilómetros al sur de Buenos Aires, tras participar de un ejercicio de adiestramiento.
Balbi aclaró que si bien el capitán del submarino Pedro Fernández había notificado a sus superiores en una última comunicación que el desperfecto estaba arreglado, “de todas maneras tuvieron que aislar eléctricamente la batería y continuaba navegando en inmersión con otro circuito de batería, el de popa, hacia Mar del Plata”.
Un total de 14 unidades navales buscan el submarino, de las cuales seis “realizan un barrido” del fondo del área donde el 15 de noviembre el submarino contactó con tierra por última vez y pocas horas después se registró una explosión captada por sensores y micrófonos subacuáticos.
“Lamentablemente no hemos tenido todavía una detección del submarino», comentó Balbi en la sede de la Armada en Buenos Aires. Luego, admitió que a estas alturas de la búsqueda, en la que participan más de una decena de países, «la situación es extrema».
La búsqueda se concentra en un área de 40.000 kilómetros cuadrados y con profundidades de 200 a 1.000 metros en torno a la zona en la cual la explosión fue detectada.
En las próximas horas arribará a la zona rastreada el buque de bandera noruega Sophie Siem que lleva a bordo un mini submarino de la Armada de Estados Unidos, que participaría en una posible tarea de rescate. La nave partió la víspera del puerto de Comodoro Rivadavia, centro de las operaciones de búsqueda.