El príncipe Salmán de Arabia Saudita se compra la casa más cara del mundo
El príncipe heredero de la Arabia Saudita, Mohamed bin Salman, ha sido el comprador secreto de un castillo francés que es conocido como la residencia más cara del mundo.
El príncipe heredero de la Arabia Saudita, Mohamed bin Salmán, ha sido el comprador secreto de un castillo francés que es conocido como la residencia más cara del mundo. La compra de la vasta propiedad ubicada al oeste de París por más de 301 millones de dólares (275 millones de euros) sería la última de una serie de adquisiciones extravagantes por parte del poderoso príncipe que ha estado llevando a cabo una campaña anticorrupción en su país y ha prometido modernizarlo.
El castillo fue vendido a un comprador misterioso en 2015, y aunque su propiedad se oculta a través de compañías ficticias, los asesores de la familia real han confirmado que el príncipe es su propietario final, según The New York Times. Los funcionarios sauditas se han negado a comentar sobre el informe, que se produce después de que el sitio web de investigación francés Mediapart señalara al príncipe como el dueño en julio pasado.
La revista Fortune informó en el momento de la venta del Chateau Louis XIV en 2015 que batió récords y se convirtió en la casa más cara del mundo. El récord mundial anterior lo tuvo un ático en Londres que se vendió por el precio considerablemente más bajo al del ‘chateau’: 221 millones de dólares.
El castillo, de 56 acres de tierra -a unos 15 minutos del barrio parisino de Triangle d’Or- combina un diseño inspirado en el siglo XVII con tecnología de vanguardia, según el sitio web de Cogemad. Los controles de alta tecnología son supuestamente indistinguibles de la decoración. Los servicios para el hogar incluyen un acuario, una sala de cine, una bodega, fuentes que pueden ser controladas con el iPhone e incluso un laberinto cubierto.
The Times también informó que Bin Salmán compró el chateau a través de una firma administrada por su fundación personal, Eight Investment Company, que también se encargó de la adquisición en 2015 de un yate de 500 millones de dólares. La compra del yate fue dada a conocer a través de la filtración de los Paradise Papers.