Una sonda japonesa se aproxima a un asteroide para estudiar el origen de la vida
Tras un viaje de 3.200 millones de kilómetros y más de tres años, la sonda espacial japonesa Hayabusa2 ha llegado este miércoles a las 00:35 horas (GMT) a las proximidades de un asteroide del que podrá extraer información sobre el nacimiento del sistema solar y el origen de la vida.
Tras un viaje de 3.200 millones de kilómetros y más de tres años, la sonda espacial japonesa Hayabusa2 ha llegado este miércoles a las 00:35 horas (GMT) a las proximidades de un asteroide del que podrá extraer información sobre el nacimiento del sistema solar y el origen de la vida.
We have imaged asteroid Ryugu from a distance of about 40 km. Details of the asteroid surface are now clear, giving food for thought about the best locations for surface operations. https://t.co/y1gmpPYHbU pic.twitter.com/lEspwujMpp
— HAYABUSA2@JAXA (@haya2e_jaxa) 25 de junio de 2018
La sonda se ha situado a 20 kilómetros de Ryugu, un asteroide que se sitúa a 280 millones de kilómetros de la Tierra, según ha informado JAXA, la agencia espacial japonesa. Ahora, Hayabusa2 se mantendrá en esta posición para cumplir con su objetivo científico: ampliar los conocimientos que se poseen sobre el entorno espacial «para entender mejor la formación del sistema solar y la aparición de la vida en la Tierra», ha explicado JAXA.
En coherencia con este fin, el colofón de la misión será el lanzamiento de un proyectil hacia Ryugu para provocar un choque en la superficie del asteroide y recolectar el polvo creado por el impacto. Del mismo modo que en la primera misión Hayabusa, que se llevó a cabo con el asteroide Itokawa, el objetivo es obtener polvo del subsuelo del cuerpo celeste rocoso que contiene carbono y agua, para así intentar entender qué materias orgánicas y acuosas estaban presentes en el origen del sistema solar.
Asimismo, Hayabusa2 depositará en Ryugu dos rovers -vehículos espaciales- que analizarán la superficie del asteroide: un robot llamado Minerva2 y un analizador autónomo denominado Mascot, desarrollado por el Centro Francés de Estudios Espaciales (CNES) y su homólogo alemán, el DLR. Este último, que tiene una autonomía de 12 horas, utilizará cuatro instrumentos para conocer la composición mineralógica del suelo del cuerpo celeste, entre ellos un microscopio de elaboración francesa.
El lanzamiento de la Hayabusa2 —inicialmente previsto para el 30 de noviembre de 2014— se produjo el 3 de diciembre de 2014 y su llegada a Ryugu estaba prevista para julio de 2018. Ahora desarrollará tareas de observación en el asteroide durante un año y medio y en diciembre de 2019 emprenderá su viaje de vuelta a la Tierra, donde está previsto que llegue en diciembre de 2020, informa AFP.