Los casos de acoso escolar descienden a la mitad, pero son más violentos
Los casos de acoso escolar han descendido a la mitad frente al año pasado, sin embargo, son más violentos y frecuentes, una tendencia que viene produciéndose desde 2015, según el III estudio sobre acoso escolar y ciberbullying según los afectados realizado por la Fundación Mutua Madrileña y la Fundación ANAR.
Los casos de acoso escolar han descendido a la mitad respecto a 2017, sin embargo, son más violentos y frecuentes, una tendencia que viene produciéndose desde 2015, según el III estudio sobre acoso escolar y ciberbullying según los afectados realizado por la Fundación Mutua Madrileña y la Fundación ANAR.
A pesar de una mayor sensibilidad social e implicación del profesorado y administraciones a través de protocolos anti-acoso, los casos de acoso contrastados y atendidos durante el año pasado se han caracterizado por ser más graves, violentos y frecuentes –tres de cada cuatro se sufren diariamente–, llegándose a extender más allá de un año.
Nueve de cada diez afectados padece problemas psicológicos como ansiedad (67,2 %), depresión (68,8 %) o miedo permanente (58,6 %) y en el 8,2 % de los casos, las víctimas se han autolesionado (2,4%), han tenido ideas suicidas (4,6%) o han intentado quitarse la vida (1,2%). Además, las secuelas del acoso siguen presentes en la etapa adulta de la víctima.
Este estudio se ha basado en las 36.616 llamadas recibidas durante el año pasado en el Teléfono ANAR relacionadas con el bullying, además de los datos recogidos de los 590 casos contrastados y gestionados frente a los 1.207 casos contabilizados en 2016. En líneas generales, la edad de las víctimas de acoso escolar es de 9,8 años y 12,2 años en ciberbullying.
La investigación ha revelado que la frecuencia y la intensidad del acoso fue aumentando con el paso del tiempo en casi la mitad (49,2% del total) de los casos atendidos, mientras que en 2016 esto había sucedido en el 43,1% de los casos y en 2015 en el 35,1%.
Las formas más habituales en las que se manifiesta el acoso son insultos y ofensas verbales (71 %), golpes y patadas (51,6 %), empujones y zarandeos (47,8 %) y aislamiento (40 %). Los lugares donde se llevan a cabo estas agresiones con mayor frecuencia son las aulas, el patio de recreo y los pasillos. En 2017, el 13% de las víctimas de los casos atendidos tuvo que cambiar de centro educativo debido al acoso escolar que sufrían.
No hay cambios, sin embargo, en el hecho de que el acoso escolar y el ciberbullying suele superar, de media, el año de duración y se sufre de forma casi diaria.
No obstante, siguen aumentando los casos en los que el menor acosado se enfrenta a sus agresores, ya que los que decidieron dar este paso –en lo que al acoso escolar se refiere– pasaron del 51,1% en 2016 al 54,5% en 2017. En lo que respecta al ciberbullying, el porcentaje ha disminuido pasando del 66,7% en 2016 al 61,7% en 2017.
Uno de cada cuatro casos es ciberbullying
El ciberbullying supone el 24,7% de los casos totales de acoso escolar, siendo los insultos y las amenazas su forma más común. Los datos obtenidos revelan que el envío de WhatsApp a través del teléfono móvil es la forma más habitual de acoso.
El 53,2% de los afectados por acoso escolar en 2017 fueron varones y el 46,8% mujeres, con una media de edad de 10,9 años, aunque basándose tan solo en el ciberbullying el porcentaje de las afectadas aumenta hasta el 65,6%, siendo la edad media de las víctimas de 13,5 años.
El estudio evidencia, por otro lado, que mientras la proporción de varones que acosan se mantiene, se ha reducido de forma significativa el porcentaje de niñas acosadoras (de un 25,7% en 2016 a un 18,3% en 2017 en acoso escolar y de un 39% en 2016 a un 23% en 2017 en ciberbullying).
El papel de los padres y profesores
Respecto a la actitud de los colegios y, más en concreto, del profesorado frente a los casos de acoso escolar, los afectados valoran mejor la actitud de los profesores que en años anteriores ya que, aunque manifiestan que solo reaccionaron en el 51,6% de los casos, también afirman que lo hicieron con mayor contundencia.
El estudio refleja, por otro lado, que una parte importante de las víctimas –el 37% de los que sufren acoso escolar y el 25% de los que padecen ciberbullying– siguen resistiéndose a contar a sus padres o madres la situación en la que se encuentran, por lo que esta situación no refleja cambios significativos respecto a los informes previos.
Para luchar contra el acoso escolar en España, La Fundación Mutua Madrileña y la Fundación ANAR vienen desarrollando, desde hace tres años, un amplio plan de acción de lucha que se desarrolla en tres ámbitos diferentes de actuación: acciones de prevención en colegios públicos y concertados de forma anual, campañas de sensibilización para dar visibilidad al problema, así como elaboración de materiales informativos y de apoyo y estudios sobre la realidad del problema, evolución y características con el fin de orientar mejor el plan de acción anual.