La Fiscalía turca ordena detener dos altos cargos saudíes por el asesinato de Khashoggi
La Fiscalía de Estambul ha dictado este miércoles una orden de arresto contra dos altos cargos saudíes, Ahmed Asiri y Saud al Qahtani, supuestamente próximos al príncipe heredero saudí, Mohamed bin Salmán, por su presunta vinculación con el asesinato del periodista disidente Jamal Khashoggi en el consulado de Arabia Saudí de Estambul, según ha informado la televisión pública turca TRT.
La Fiscalía de Estambul ha dictado este miércoles una orden de arresto contra dos altos cargos saudíes, Ahmed Asiri y Saud al Qahtani, supuestamente próximos al príncipe heredero saudí, Mohamed bin Salmán, por su presunta vinculación con el asesinato del periodista disidente Jamal Khashoggi en el consulado de Arabia Saudí de Estambul, según ha informado la televisión pública turca TRT.
Tanto Saud al Qahtani, uno de los asesores considerados más cercanos al príncipe, como el general de brigada Ahmed Asiri, vicedirector de los servicios secretos saudíes, fueron destituidos de sus cargos en octubre con motivo del escándalo causado por el asesinato de Khashoggi.
El Gobierno de Estados Unidos impuso en noviembre sanciones a Qahtani, al que acusa de formar «parte de la planificación y ejecución de la operación que condujo al asesinato de Khashoggi», un periodista saudí crítico con la monarquía que vivía desde el año pasado exiliado en Estados Unidos.
Ahmed Asiri, sin embargo, no se halla en la lista de las 17 personas sancionadas por Washington.
Un equipo de 15 agentes saudíes, supuestamente enviado por Qahtani, asesinó a Khashoggi el pasado 2 de octubre en el consulado saudí en Estambul, al que acudió para recoger unos documentos que le permitieran casarse con su prometida turca.
Riad ha admitido el homicidio, pero no ha aclarado qué ocurrió con el cadáver.
La Fiscalía turca ha declarado tener pruebas de que Khashoggi fue asfixiado y su cuerpo después descuartizado para hacerlo desaparecer, pero no ha dado con una pista que permita localizar los restos.
El mes pasado el fiscal general saudí anunció la inculpación de 11 personas y pidió la pena de muerte para cinco de ellas. El asesinato de Khashoggi empañó la imagen de Arabia Saudí y sobre todo la del príncipe heredero. Él niega estar implicado en los hechos pero autoridades turcas bajo anonimato le acusan de haber planeado la operación.
El presidente estadounidense Donald Trump apoya a bin Salmán, pero varios senadores republicanos –que fueron informados a puerta cerrada de las conclusiones de la CIA– afirman no tener «ninguna duda» de que el príncipe heredero saudita «ordenó» el asesinato de Jamal Khashoggi.