Atenas y Berlín ponen fin a un periodo de tensiones con la visita de Angela Merkel a Grecia casi cinco meses después del fin del rescate. De esta forma se trata de la primera visita oficial a Atenas de la canciller desde 2014 que asegura que Alemania «asume completamente la responsabilidad de los crímenes cometidos por los nacionalsocialistas en Grecia». Y es que la reclamación a Alemania de una compensación financiera por los crímenes cometidos durante la ocupación nazi (1941-1944) es tema de debate en Grecia desde hace tiempo y cobró fuerza en los últimos años a raíz de la crisis de la deuda.
Por otro lado, Merkel ha felicitado a Alexis Tsipras por las reformas emprendidas y por el acuerdo logrado con la Antigua República Yugoslava de Macedonia para cambiar su nombre, un cambio que en palabras de la mandataria alemana beneficia no solo a Grecia «sino a toda Europa», ya que la estabilización de los Balcanes es uno de los desafíos a los que se enfrenta el continente europeo. «Esto permite a Macedonia del Norte convertirse en miembro de la OTAN y de la UE», ha señalado la canciller. «Agradezco a Alexis Tsipras haber resuelto la cuestión del nombre, sabíamos que una solución no sería fácil». «El parlamento macedonio tiene que decidir si cambia el nombre del país a República de Macedonia del Norte, lo que pondría fin a su litigio con Grecia». El voto sobre las cuatro enmiendas constitucionales está previsto antes del 15 de enero. Un voto positivo pondría fin a meses de duro combate político en Macedonia. Luego será el turno de Grecia, ya que el cambio de nombre solo puede aplicarse con el beneplácito del parlamento griego.
Otro reto, que para ambos supone un peligro para el futuro del Viejo Continente, es el ascenso de la extrema derecha. Merkel y Tsipras también hablaron de migración y de la necesidad de reformar las políticas de asilo europeas.
Pese a que el Gobierno había prohibido las manifestaciones, 200 personas, de partidos de izquierda, protestaron contra la visita de Merkel, a quien acusan de haber hecho sufrir mucho a los griegos. La protesta fue disuelta por las fuerzas del orden, que utilizaron gases lacrimógenos.
Unos 2.000 policías han sido desplegados en las calles de Atenas, durante la visita de Merkel.
