Un trabajador encuentra el gallo que coronaba la aguja de Notre Dame entre los escombros
El gallo contenía las reliquias de Santa Genoveva y San Denís, así como una parte de la corona de espinas, que se desconocen si están a salvo
Uno de los trabajadores de GMH, una de las empresas de restauración que está trabajando en la catedral, ha encontrado el gallo que coronaba la aguja de Notre Dame y que se desplomó casi al comienzo del incendio. Así lo ha confirmado el presidente de la Federación Francesa de la Construcción, Jacques Chanut, en su cuenta de Twitter: «¡Increíble! Uno de nuestros miembros de GMH ha encontrado entre los escombros el gallo de la parte superior de la flecha de Notre Dame. ¡Su intuición era buena! Gracias a nuestros apasionados constructores por su compromiso: el conocimiento francés está ahí», ha escrito en la red social en una publicación en la que también ha añadido dos fotos en la que se ve a él mismo con el preciada figura de plomo.
Incroyable! Un de nos adhérents du @GMHistoriques a retrouvé dans les décombres le coq du haut de la flèche de #NotreDame Son intuition était la bonne! Merci à nos bâtisseurs passionnés du patrimoine pour leur engagement: Le savoir-faire français est là. #ReconstruireNotreDame pic.twitter.com/EG2yyj28Bm
— Jacques CHANUT (@chanutj) 16 de abril de 2019
El gallo contenía los restos de las reliquias de Santa Genoveva y San Denís, así como una parte de la corona de espinas que los soldados romanos colocaron a Cristo en su calvario hacia la cruz. De momento no hay ninguna confirmación oficial de que estas se hayan salvado. Según una fuente del Ministerio de Cultura que cita el diario Le Parisien, el gallo «está abollado, pero es visiblemente restaurable. Como está hundido, no hemos podido verificar si las reliquias están dentro todavía».
Esa figura de plomo era una de las partes que tenía que ser restaurada en los trabajos de renovación en los que las autoridades sospechan que surgió el incendio.
De las llamas también se han salvado los conocidos como los Tesoros de Notre Dame, las 16 estatuas de cobre que fueron colocadas bajo la aguja y que, casualmente, días antes del incendio fueron trasladadas a Marsac-sur-Isle, el altar, los tres rosetones medievales y el gran órgano de Notre Dame construido a partir del siglo XV, entre otras reliquias y obras que albergaba la catedral.