Andalucía, Cataluña y Castilla-La Mancha ya acogen a los 15 inmigrantes del Open Arms
De los 15 inmigrantes, diez han sido derivados a Andalucía, tres a Cataluña y dos a Castilla – La Mancha
Los 15 inmigrantes rescatados por el Open Arms que España se comprometió a acoger ya han sido derivados a Andalucía, Cataluña y Castilla- La Mancha, las tres comunidades que finalmente los acogerán.
Los 15 inmigrantes, 14 hombres y una mujer, forman ya parte del sistema de acogida de protección internacional, pues todos manifestaron su intención de solicitarla al llegar al Centro de Atención Temporal de Extranjeros de Crinavis-San Roque, el primero en el que estuvieron al desembarcar en esa localidad de Cádiz.
Posteriormente, fueron trasladados al Centro de Estancia Temporal El Campano, en Chiclana de la Frontera. Durante ese tiempo, varias comunidades, como Andalucía, Cataluña, País Vasco, Extremadura y Cantabria, mostraron su disposición a acoger a estas 15 personas.
Finalmente, diez han sido derivados a Andalucía, tres a Cataluña y dos a Castilla – La Mancha, donde serán atendidos por profesionales de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR), Cruz Roja y Accem.
CEAR se hace cargo desde el 9 de septiembre de acompañar a diez hombres en Andalucía y Cataluña. A partir de ahora, la organización les guiará en su itinerario de integración, cuya duración es de 18 meses, ampliable a 24 para los casos de mayor vulnerabilidad.
El primer paso de este itinerario es hacerles un chequeo médico y comprobar su estado de salud, así como tramitar la documentación necesaria para que reciban asistencia sanitaria.
Después, en los operativos de acogida se les ofrece un alojamiento, orientación sobre protección internacional, clases de español y actividades de mediación. Además, deben formalizar su solicitud de asilo, cuya resolución puede tardar meses en llegar, aunque pueden trabajar a partir de los seis primeros meses desde que formalizan la misma.
Cuando concluye su estancia en el dispositivo de acogida, los inmigrantes que necesiten seguir recibiendo apoyo entran en una segunda fase diseñada para que alcancen su autonomía e independencia.
Mientras llega la resolución de su demanda de asilo, los solicitantes no podrán abandonar España, pero cuando consigan por fin la tarjeta que les reconoce como beneficiarios de algún tipo de protección, gozarán de la misma libertad de movimientos que cualquier ciudadano extranjero no europeo.