El Rey pide a Cuba "democracia" y abrirse a una "realidad diversa y plural"
«Los españoles hemos aprendido que es en democracia como mejor se representan y se defienden los derechos humanos, la libertad y la dignidad de las personas, y los intereses de nuestros ciudadanos»
En la primera visita oficial de un Rey a Cuba, Felipe VI, en presencia de Miguel Díaz-Canel, presidente cubano, y las autoridades del país, ha hecho un alegato a la democracia, los derechos humanos y el crecimiento económico. «Los españoles hemos aprendido que es en democracia como mejor se representan y se defienden los derechos humanos, la libertad y la dignidad de las personas, y los intereses de nuestros ciudadanos», ha expuesto el Rey en el marco del Palacio de los Capitanes Generales de La Habana, la antigua sede de los gobernadores españoles en la etapa colonial. «Y que la fortaleza que la democracia otorga a sus instituciones es la que permite el progreso y el bienestar de los pueblos y hacer frente a los riesgos y desafíos que inevitablemente surgirán en el camino», ha agregado.
De esta forma, Felipe VI manifestaba la noche del miércoles la voluntad de España de acompañar a Cuba en todos los ámbitos de su proceso de cambios, pero pidió al presidente Miguel Díaz-Canel que la isla se abra a la realidad «diversa y plural» de sus ciudadanos. «Señor Presidente, queremos acompañarles; y queremos hacerlo sobre la base del respeto, pero es necesaria la existencia de instituciones que representen a toda la realidad diversa y plural que existe de los ciudadanos; y que estos puedan expresar por sí mismos sus preferencias», ha subrayado.
Cuba es un país unipartidista, donde el Partido Comunista (PCC) es, según la constitución, «la fuerza dirigente superior de la sociedad y del Estado», y no admite oposición legal. Así, en su segundo día de visita a la isla, por los festejos de los 500 años de La Habana, Felipe VI ha apuntado que los ciudadanos deben «encontrar, en esas instituciones, el adecuado respeto a la integralidad de sus derechos incluyendo, entre ellos, la capacidad de expresar libremente sus ideas, la libertad de asociación o de reunión».
La primera vista de Estado de un rey español a Cuba se produce en momentos de altas tensiones entre la isla y Estados Unidos, debido al recrudecimiento del bloqueo que mantiene Washington desde 1962, y que la administración de Donald Trump intensificó. «Los cambios en un país no pueden ser impuestos, tienen que nacer de dinámicas internas», ha dicho el rey, y «es algo que tiene que dilucidar el propio pueblo cubano». Pero «de la misma manera que no puede tener éxito un cambio que no emane del interior de las fuerzas sociales y políticas de un país, es igualmente cierto que el cambio no traerá consenso y bienestar si no representa la voluntad ciudadana», ha agregado.
España es el tercer socio comercial de Cuba, tras China y Venezuela, y el primer inversionista. Mas de 200 empresas españolas trabajan en la isla, donde operan unos 70 hoteles. «Queremos también ser parte, como lo hemos sido hasta ahora, del crecimiento económico del país. Queremos ayudar a generar oportunidades de mejora económica y social», ha asegurado el rey. De esta forma, enfatizaba el «a través de leyes y normas que permitan a los emprendedores llevar a buen término sus proyectos que, en definitiva, generan beneficio y contribuyen al bienestar de toda la sociedad».
Cuba, con una población de 11,2 millones y una fuerza de trabajo de algo más de cuatro millones, cuenta con más de 600.000 trabajadores privados, pero aún espera por el reconocimiento legal a la pequeña y mediana empresa. Las estatales aún centran buena parte de la economía.
Felipe VI y Letizia terminan el jueves su estancia en La Habana, para después trasladarse hasta Santiago de Cuba (sudeste), donde rendirán tributo «a los españoles, cubanos y estadounidenses que allí murieron con honor en 1898» durante la guerra hispano-cubano-norteamericana que finalizó con la independencia de Cuba.