El agua desciende en Venecia tras un nuevo día de inundaciones
El alcalde, Luigi Brugnaro, ha asegurado que la ciudad se recuperará porque «los venecianos solo se arrodillan para rezar».
Venecia ha vuelto a sufrir este domingo las inundaciones al registrar un aumento del nivel del mar de 150 centímetros que ha anegado el 70% de su casco urbano, si bien las aguas ya han descendido y la situación mejorará al menos hasta mañana.
El pronóstico para mañana y el martes es más tranquilizador, pues se espera un aumento de unos 110 centímetros (dentro de los límites de una marea comedida) que, como mucho, afectará al 5% de la isla.
El alcalde, Luigi Brugnaro, provisto de impermeable y en medio de una calle inundada, ha celebrado este hecho y ha asegurado que la ciudad se recuperará porque «los venecianos solo se arrodillan para rezar».
Venecia ha vivido días de angustia en la última semana, después de que el martes sufriera una marea de 187 centímetros, la mayor en más de medio siglo, desde los 194 centímetros de 1966, lo que ha causado cuantiosos daños y ha provocado la muerte de una persona.
El regidor ha agradecido las muestras de apoyo recibidas, en una entrevista con la televisión pública RAI, y ha vuelto a proponer a la comunidad científica internacional, a Naciones Unidas o a la Unión Europea que acudan a Venecia para estudiar los efectos del cambio climático, fenómeno al que atribuye estas inundaciones.
El Gobierno italiano decretó el estado de emergencia en Venecia tras la inundación del pasado martes, ya considerada histórica, y aprobó destinar 20 millones de euros para una primera ayuda, con indemnizaciones de 5.000 euros a los vecinos damnificados y hasta 20.000 para los comerciantes.
Desde el Ayuntamiento calculan que los desperfectos sufridos por el agua aquella noche ascienden a los mil millones de euros. Al menos 60 iglesias de la ciudad han acabado empapadas y sus delicados mosaicos y pavimentos sufrieron la infiltración de la sal del mar. Para evitar su rápida corrosión, la Superintendencia de patrimonio cree que harán falta 60.000 euros por cada templo.